
Destination Wedding at Holbox Island 🐢 Taryn & Carlo
La boda de Taryn y Carlo en Holbox fue una celebración enmarcada por el amor, la complicidad y la amistad. Los novios se vistieron y arreglaron en las mismas cabañas del hotel, compartiendo este momento con sus amigos, entre risas y brindis.
Esta pareja neoyorquina eligió uno de los mejores paraísos para su boda: Holbox. La celebración comenzó días antes del gran día con la llegada de los invitados al hotel donde tuvo lugar la boda. Fue el momento perfecto para que todos disfrutaran de la playa, la alberca, el calor y todas las maravillas de esta isla.
La boda de Taryn y Carlo fue una celebración enmarcada por el amor, la complicidad y la amistad. Los novios se vistieron y arreglaron en las mismas cabañas del hotel, compartiendo este momento con sus amigos, entre risas y brindis.
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The Beautiful Holbox
El First Look sucedió en la playa, donde íntimamente Carlo pudo ver a su futura esposa, con el vestido blanco, el momento fue muy emotivo lleno de sonrisas y unas cuantas lágrimas de felicidad. Optaron por tener una boda muy natural y dejar que fueran el paisaje y su amor los encargados de crear la atmósfera perfecta. El vestido de Taryn, bellísimo blanco liso, muy simple y acorde al lugar, reflejaba elegancia y comodidad, todo fue acorde a la belleza simplista de la playa.
Wedding ceremony by the Holbox beach
La ceremonia fue oficiada por un ministro que conmovió a todos con sus palabras. La unión se llevó a cabo a la orilla del mar, con el oleaje suave como música de fondo. La decoración de la boda fue también muy natural con follaje verde y mobiliario de madera clara, al más puro estilo tropical.
Todo en la boda de Taryn y Carlo se sintió natural; los novios se unieron sin pretensiones, como si sólo estuvieran ellos dos haciéndose una promesa eterna al pie de la playa.
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Wedding Party at the Moonlight in Holbox
Conforme cayó la tarde, los novios y los invitados disfrutaron de los colores que se pintaban en el cielo, de una comida regional presentada por el mismo hotel y de un pastel de coco, muy acorde con el estilo playero. Además, bailaron al ritmo de un DJ bajo miles de pequeños focos en una carpa, que daban la sensación de un cielo estrellado.
Ya bien entrada la noche, la diversión y el buen ambiente continuaron, hasta que Tyrin & Carlo subieron a su carrito de golf decorado para los esposos recién casados. Sin duda alguna, esta boda fue la celebración de un amor sencillo, natural y franco. ¡Felicidades a Taryn y Carlo!
Créditos fotográficos: @anielafotografia